Perú es reconocido a nivel internacional como un importante productor y exportador de café de alta calidad, aportando el 25% de las divisas de origen agropecuario y genera anualmente más de 50 millones de jornales en la producción.
El café llega a tierras peruanas hace más de dos siglos, cuando unos colonos europeos quisieron probar suerte con este cultivo, siendo estimulados por los grandes resultados que se daba en países vecinos, el entorno natural de los andes es el escenario donde cada año se producen más de 4 millones de sacos de café, siendo bien valorado en el mercado internacional.
El café peruano es apreciado por los consumidores por su sabor suave, ligeramente dulce, su buen cuerpo y su aroma delicado, que lo hacen merecedor de reconocimientos en concursos de calidad y campeonatos baristas en todo el mundo, a pesar del peso del café en la agricultura peruana, la grave crisis económica en la que se enfrentan los productores como resultados de los bajos precios del mercado, así como las consecuencias todavía notables del brote de roya de la hoja de café que ocurrió hace seis años y que afectó al 50% de la cosecha, está provocando que los caficultores peruanos estén abandonando sus campos, reduciéndose en los últimos años el área total de cultivo en el país.
El consumo ha aumentado más del 100% en los últimos 5 años, sin embargo, suele pasar en otros muchos países productores de café, este sigue siendo poco significativo, 190.000 sacos o lo que es lo mismo, apenas 650 gramos persona/año, según datos del último informe anual de café en Perú realizado por el Departamento de Agricultura de los EUA.
La nutricionista Marta Lorenzo comentó “El café es un estimulante del sistema nervioso central, provocando una sensación de euforia, además de aumentar el estado de alerta y agitación, puede resultar muy beneficioso pero puede perjudicarse depende de la persona que lo consuma”, esto debido a que el peruano consume aproximadamente 131 tazas de café al año.
Hoy en día el café, más que un alimento, es una forma de vida y es el protagonista de muchas de nuestras reuniones con amigos. Para muchos, es algo fundamental y no son capaces de afrontar el día sin antes tomarse un café a primera hora de la mañana.
Por: Sebastiàn Morillo.
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